Tratamientos de fertilidad

Cómo afrontar la beta-espera

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Cuando miran atrás, las personas que se han sometido a un tratamiento de fertilidad, recuerdan todos los momentos desde el principio. Como si los volvieran a vivir. Unos más que otros. Porque fueron más intensos. Porque tenían más dudas. Porque no sabían qué decisión tomar. Si algo hemos comprobado desde que abrimos las puertas de Fertilab es que cada caso es único. Una historia particular con protagonistas diferentes.  Y sin embargo, todos hacen un alto en el camino en el mismo punto, concretamente en la prueba de embarazo.

Desde la inseminación artificial o la transferencia de embriones hasta que se realiza la prueba, transcurren casi 15 días. Para muchos, lo último que pasa es el tiempo. La ilusión y las dudas. La esperanza y la incertidumbre. Todo se mezcla en ese momento que se conoce como la beta-espera y en el que se quiere confirmar, precisamente, la hormona beta-hCG.

Pero, ¿qué es la beta-espera?

Sus nombres y apellidos: la gonadotropina coriónica humana. Lo mejor será empezar la explicación desde el principio. Cuando el embrión se implanta en el útero materno, se libera esta hormona para permitir el desarrollo del endometrio y la evolución del feto. Si el embarazo avanza, los niveles de la beta-hCG también aumentan hasta el tercer mes, cuando empieza a reducirse de nuevo.

Dos semanas es el periodo más adecuado para realizar la prueba de embarazo. Antes, la hormona no podría ser detectada por no haberse desarrollado lo suficiente. Después, ocurriría lo mismo. El problema es que el tiempo es relativo y, dos semanas son, también, muchas horas para esperar.

¿Cómo se debe afrontar este periodo?

Hay muchas recomendaciones al respecto pero nosotros nos quedamos con una palabra: normalidad. Porque es lo mejor para ti. Porque te sentará bien. Porque es preferible no adelantarse. Descansar, seguir trabajando, relacionarte con tu gente, desayunar en esa cafetería que tanto te gusta, leer ese libro que te hace desconectar del mundo unos minutos…Mientras tanto, evita obsesionarte con los síntomas. Las tasas de éxito de los tratamientos de reproducción asistida son cada vez más altos pero aún pueden haber resultados negativos. Lo mejor es estar preparada para ellos. Tener clara esta idea reducirá el impacto emocional.

Hablar sobre esta etapa con tu gente puede ayudarte a desahogarte y no tiene porqué ser negativo, siempre y cuando seáis capaces de dar paso a otros temas.

Y es que el resultado de la beta-espera es uno de los momentos más difíciles que se viven al iniciar un tratamiento de fertilidad. Una prueba por la que hay que pasar. Esperar el Sí. Saber que puede llegar el No. Pero sobretodo, tener claro que incluso en esos casos, se puede seguir intentando.

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