Poner voz a la endometriosis
Según la Organización Mundial de la Salud, un 10% de la población femenina mundial en edad fértil padece endometriosis, una enfermedad crónica que puede causar infertilidad en un 50% de los casos. En nuestro país, hay un millón de mujeres que sufren esta dolencia. Aún así, la endometriosis sigue siendo un tema tabú, que se percibe como algo lejos e inusual.
El sábado 12 de marzo se organizó en Barcelona La marcha mundial contra la endometriosis (Endo March 2016). Las calles de la capital catalana se vistieron de amarillo, el color que representa esta dolencia, convirtiéndose así en el escenario para concienciar y sensibilizar a la sociedad. Participaron más de 200 mujeres en una marcha que también se organizó simultáneamente en otras ciudades del mundo y cuyo lema fue Basta de silencio. Hablar de la endometriosis. Pero hablar en público. En voz alta. En las calles. Este era el objetivo. Al terminar la marcha, se presentó un flashmob, creado por las asociaciones de Cataluña, Zaragoza y Galicia. También se realizaron otras actividades y diferentes actos lúdicos e informativos. En las charlas se pudieron exponer los mitos sobre la endometriosis así como conocer casos personales, que pusieron palabras a experiencias que normalmente se quedan en silencio.
Los síntomas de la endometriosis
El desarrollo de la enfermedad consiste en la implantación y crecimiento benigno de tejido endometrial fuera del útero, especialmente en el peritoneo pélvico y los ovarios. Los síntomas más frecuentes son:
- Menstruaciones con dolor intenso.
- Dolores abdominales o pélvicos durante o fuera de la menstruación.
- Sangrado abundante en la menstruación.
- Trastornos digestivos e intestinales.
- Cansancio, astenia o fatiga.
Pero no podemos olvidar los problemas reproductivos. La endometriosis puede dificultar la gestación, en función de la fase en la que se encuentra. En los casos más extremos en los que la mujer no puede quedarse embarazada de forma natural, se suele recomendar un tratamiento de fecundación in vitro, sobre todo si hay disfunción ovárica ya que es la técnica más adecuada. Gracias a los avances en reproducción asistida, se puede garantizar la máxima calidad en el procedimiento.
Lo que es evidente es que la visibilidad de la enfermedad depende de nuestra implicación, de la de todos. Hasta ahora, la endometriosis se ha escondido, evitado y silenciado en los ámbitos más públicos. Quizá la pregunta que deberíamos hacernos es, ¿hasta cuándo?
