Las emociones

Aspectos psicoemocionales en reproducción asistida

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Para entender y comprender el sentimiento que se produce en las personas al saberse infértil o estéril, es importante conocer el significado que ha tenido esta situación a lo largo de la historia y hasta qué punto se está influenciado por las culturas que están en la raíz de nuestra forma de pensar.

Aspectos psicoemocionales en reproducción asistida

En las personas en las que se diagnostica infertilidad se unen expectativas personales y demandas sociales sobre el embarazo, por lo que siendo un problema biológico, la esterilidad se convierte en una situación compleja que se mezclan lo cultural, lo psicológico e incluso el momento histórico.

A lo largo de los tiempos y en las diferentes culturas, el concepto y el significado de maternidad, paternidad, pareja y familia fueron cambiando. El hijo, para los padres tiene un significado de trascendencia en el tiempo, siendo un portador de sus valores e ideales y la falta de descendencia puede generar en las parejas el sentirse infravaloradas que no se cumple las expectativas, produciendo un sufrimiento cuyo origen es en una falta de identidad asociada a la falta del hijo.

Cuando nos enfrentamos a un proceso de esterilidad o infertilidad se produce un proceso que denominamos “crisis vital” produciendo un desequilibrio emocional que se manifiesta con desesperanza, tristeza, ansiedad y confusión, nos encontramos  ante un problema para el cual no estábamos preparados y tenemos la sensación de no disponer de soluciones que nos indiquen como proceder, generalmente ocultando esta dificultad que nos altera emocionalmente e intentando mantener la estructura social.

La pareja entra en un mundo nuevo, desarrollando diferentes manifestaciones psicológicas, pudiendo aparecer:

-Aislamiento social y personal: En este caso la pareja tiene dificultad para expresar a su entorno social y familiar sus problemas reproductivos.
-Culpa: Este sentimiento es muy común en las personas estériles, pudiendo pensar que si sus anteriores comportamientos han podido causar los problemas como, actividades sexuales anteriores, interrupción voluntaria o no de embarazos en el pasado incluso uso de anticonceptivos previos al saber el problema de fertilidad.
-Ansiedad: Por adelantarse en forma negativa sobre los resultados del tratamiento, dudas sobre el impacto que tendrá los tratamientos a la salud propia como la de la descendencia.
-Depresión: Por sentirse desbordado de cómo afrontar el tratamiento, aislamiento social, sentimiento de culpa etc.
-Relación de la pareja: Ante los procedimientos medico y visitas la pareja está sometida a un estrés que pude afectar a su estado emocional, social, ocupacional, intelectual y sexual.

Para enfrentar esta “crisis” utilizamos dos formas de enfrentarnos con el problema: obtenemos información sobre lo que podemos hacer y nos ponemos en marcha buscando información sobre las causas, tipos de tratamientos y su efectividad. La otra forma es evitar pensar en el problema, realizando otras actividades para llevar el pensamiento en otra dirección.

Fuente: SEF

Dr. Guillermo Gauthier
Ginecología y Reproducción
Fertilab, Institut Català de Fertilitat

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