Tratamientos de fertilidad

El sol durante el embarazo

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Te levantas y hace un día radiante. El cielo está azul y tu mente en blanco. Lo tienes todo a tu favor para descansar y no pensar en nada porque después de todo el año, también te lo mereces. Decides que hoy es un buen día para ir a la playa porque aún queda verano. Pero, cuando vayas a prepararlo todo, no te dejes en casa algunos consejos. Más vale prevenir que curar.

Y es que en verano, nuestra relación con el sol se hace muy estrecha. Nos gusta pasar tiempo con él y aprovechar todos esos ratos en los que no hemos podido saborearlo. Mientras tanto, nuestro cuerpo absorbe la vitamina D, tan necesaria para, por ejemplo, mantener los huesos fuertes. Si estás embarazada, también los huesos de tu bebé saldrán beneficiados.

Sin embargo, tomar el sol requiere de unos cuidados y una protección adecuados. Tu piel es ahora más sensible que nunca y pasar demasiadas horas expuesta al sol, podría producir la aparición de manchas. Con la protección adecuada, cuánto más elevada mejor, y complementos como sombreros, puedes evitar los denominados cloasmas, esas manchas que aparecen en la piel debido a los cambios hormonales.

  • Además, los médicos aconsejan ponerte la crema solar antes de salir de casa. Estamos acostumbrados a hacerlo en plena orilla y en cambio, simplemente el paseo que hay desde que sales hasta que llegas a la playa, puede poner en peligro tu piel.
  • Evita tomar el sol en las horas en las que la radiación es más peligrosa: entre las 12 de la mañana y las 16 de la tarde.
  • Mantén siempre tu cuerpo hidratado.
  • Escucha a tu cuerpo. Si empiezas a sentirte mareada o más cansada de lo habitual, busca un sitio más refrescante.

Casi todas las cremas pueden ser utilizadas durante el embarazo pero si tienes alguna duda, un farmacéutico o dermatólogo podrá aconsejarte sobre los tipos más adecuados para ti.

¿Y si me encuentro en pleno tratamiento de fertilidad?

La deficiencia de la vitamina D repercute en el desarrollo de los tratamientos de fertilidad, ofreciendo peores resultados. El Hospital Universitario Ghent, de Bélgica, ha realizado un estudio en el que han participado un grupo de mujeres que se sometían a un tratamiento de fertilidad. Se concluyó que, en los meses en los que había menos exposición al sol, el número de nacimientos vivos por ciclo fue del 14% mientras que en los meses en los que había mayor contacto con el sol, aumentaba al 19%. Un ligero incremento que según el autor del estudio, “demuestra que una insuficiente exposición a la luz resulta en menos embarazos después del tratamiento”.

El sol tiene un efecto en la melatonina y la vitamina D, afectando al ciclo reproductivo y a la calidad de los óvulos.

Pero como siempre apuntamos desde Fertilab, no hay una solo causa sino muchas las que influyen en el éxito. No obstante, si te encuentras en pleno tratamiento de fertilidad, deberás tener unos niveles adecuados de vitamina D. Puedes obtenerla a través de alimentos que te la ofrecen de forma natural o incluso con un suplemento. Y si no, siempre nos quedará el sol pero, eso sí, con protección y respeto a tu salud. La tuya y la de tu bebé. Seguro que consigues llevarte bien con el Sol en estos últimos días de verano que quedan.

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